Las curvas cáusticas se obtienen del
siguiente modo: se emite un rayo luminoso desde un punto fijo
O dirigido a todos los puntos P de la curva (en este caso de la
astroide). En ese punto P el rayo se refleja y la envolvente de
todos los rayos reflejados es la curva cáustica correspondiente.
Al reflejarse el rayo luminoso cumple la propiedad de que el rayo
incidente y el reflejado son simétricos respecto de la recta normal
en P.
En el siguiente ejemplo vemos la curva
cáustica del centro de una cardioide respecto a la astroide: Caústica
de una cardioide respecto de O. Puede mover el punto Q.
Otro ejemplo: Caústica de un punto
O (que no tiene que ser el centro de la circunferencia fija) respecto
a una cardioide. Puede mover el punto Q.