Por Adolfo Lozada Serena
Voy a transcribir
un problema muy famoso que envía Adolfo Lozada Serena, que sorprende
al menos la primera vez que uno lo lee:
Tres personas van a pasar
la noche a un hotel donde las habitaciones cuestan a treinta monedas.
Ponen diez monedas cada uno, y alquilan una de ellas. Cuando pasa
un rato, la administración del hotel decide bajar el precio de
las habitaciones a veinticinco monedas por noche, y mandan al
botones a devolverles las cinco monedas que sobran. El botones,
que es más listo que el hambre, decide que como no puede dividir
las cinco monedas entre tres personas, lo mejor es darles una
moneda a cada uno y quedarse con las dos que sobran. Eso es lo
que hace. Pero bien: ahora, cada uno de ellos ha gastado nueve
monedas (las diez que pagaron menos la que les han devuelto).
En total, han gastado 27 monedas. El botones tiene dos en el bolsillo,
lo que hacen 29 monedas. ¿Dónde está la moneda que falta para
las treinta?.
Una pregunta fácil, pero molesta en un
principio. La respuesta aparecerá pronto.