Por José A. Cañizo
El Mus es un juego fantástico,
y además es uno de los pocos de los que no hay esperanzas de hacer
un análisis matemático que ayude demasiado (creo), porque gana
quien consigue convencer a los demás de que lleva una jugada rompedora
cuando en realidad no tiene ni perete ( cartas cuatro, cinco,
seis y siete independientes del palo ), o quien es capaz de echar
un órdago sin pestañear, o quien sabe pasar señas que no pillan
ni los mirones. Claro está que si eliminamos la influencia a todo
esto (por ejemplo, si ponemos a un ordenador a jugar al mus) el
juego es, en teoría, perfectamente analizable; pero son precisamente
estas cosas las que le dan la gracia, así que no me preocuparé
de eso. Sin embargo, sí hay ciertas cosas que no viene mal saber,
como por ejemplo las probabilidades de las mejores jugadas, aunque
al cabo de unas cuantas partidas se acaba teniendo una idea intuitiva
de por dónde andan.
Para lo que viene no importa
saber jugar al mus o no. Explicaré lo que no sea usual, porque
el mus tiene su propio vocabulario, por cierto bastante curioso.
Aquél que ya sepa jugar puede saltarse los puntos siguientes.
Veamos...
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Se juega con una baraja española corriente de
cuarenta cartas.
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En el mus, los treses y los reyes se llaman
cerdos, y se consideran totalmente iguales a todos los efectos.
En realidad, lo que se pretende es tener ocho reyes en la
baraja. Igualmente, los ases y los doses se llaman pitos.
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Los cerdos y las figuras (sotas y caballos)
valen diez puntos. Los pitos valen un punto, y las demás cartas
tienen el valor del número que aparece en ellas.
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Se reparten al azar manos de cuatro cartas.
“Medias” significa tres cartas iguales y una distinta (recordemos
que dos ases y un dos se consideran medias de pitos, por ejemplo,
y un rey y dos treses, medias de cerdos). “Duples” significa
dos parejas (o cuatro cartas iguales). Un jugador lleva “juego”
cuando sus cartas suman treinta y uno o más.
Una vez dicho esto, pasemos
a las preguntas, que se referirán siempre a la primera vez que
se reparte, lo que significa que se consideran cuatro cartas escogidas
al azar:
¿ Cuál es la probabilidad
de conseguir cuatro cerdos directamente? ¿Y de tener juego?
Da la sensación, al jugar
muchas veces, de que es más fácil conseguir medias que duples.
¿Es eso cierto? ¿Qué tipos de duples son más fáciles de obtener?
Se llama “solomillo” a
la jugada que consiste en tres cerdos y un pito. ¿Cuál es la probabilidad
de conseguirla?
Supongo que se podrían
conseguir resultados interesantes sobre qué hacer en el primer
descarte, pero eso sería ya mucho más complicado. En realidad,
esto no tiene otro interés que el de conocer las probabilidades
de cada cosa, lo cual puedo dar fe de que no tiene ningún tipo
de influencia positiva en los resultados de las partidas. Cuanto
más sabe uno de mus, mayores palizas le dan. Si es que todo está
en los faroles...