Por José A. Cañizo
Introducción ~ Desmayos de la razón
Las asas de las tazas se
ponen a la derecha para que a los diestros les sea más
fácil sujetarlas. Es una suerte que la nariz esté
ahí para poder sostener bien las gafas, y me han dicho
que el próximo fin de año caerá en Martes
trece. Todas éstas son tonterías sin mucho sentido,
argumentos falsos un poco más cortos que los que vienen
a continuación. Una buena parte de cada uno de nuestros
días depende del razonamiento: necesitamos decidir cuál
es la mejor opción entre dos posibles, necesitamos el razonamiento
de otros antes que nosotros para poder hacernos una radiografía,
necesitamos saber si nos están cobrando de más en
el banco, nos hace falta decidir si la persona a la que están
juzgando es culpable o no... necesitamos acercarnos a esa cosa
tan extraña que es la verdad, porque de lo contrario no
tendremos muchas oportunidades de conseguir lo que queramos. Tal
vez por eso un razonamiento falso donde el error está encubierto
inquieta un poco, porque aunque sea una mentira de juguete no
deja de estar jugando con la frágil habilidad de la que
dependemos. Después de todo, en los periódicos hay
mentiras que desearíamos poder identificar siempre, estadísticas
engañosas con las que nos quieren hacer creer lo que sea,
argumentos absurdos que deciden la vida de la gente. Pero todas
éstas son mentiras que ganan juicios; los que vienen ahora
no son más que pequeños desmayos de la razón.
Dos es Tres
Esta es
muy conocida:
Llamemos
2=a y 3=b. Sigamos el siguiente razonamiento:
|
a |
= |
b-1 |
Por (a-b): |
(a-b)a |
= |
(a-b)(b-1) |
Multiplico: |
a²-ab |
= |
ab-b²-a+b |
Paso a: |
a+a²-ab |
= |
ab-b²+b |
Factor común: |
a(1+a-b) |
= |
b(1+a-b) |
Cancelo (1+a-b): |
a |
= |
b |
Luego 2=3. ¿Cuál
es el fallo?