Esta paradoja es, como
decía en el enunciado, una de las más famosas y seguramente, la
más polémica. No pretendo, por supuesto, dar ninguna respuesta
definitiva teniendo en cuenta que parece ser que no hay un acuerdo
unánime entre los estudios publicados. Este resumen está basado
en el artículo del American Mathematical Monthly que mencioné
en el enunciado, y éste dice en uno de sus primeros párrafos:
" [...] El segundo hecho sorprendente
es que hasta hoy cerca de un centenar de trabajos se han publicado,
y todavía no se ha alcanzado ningún consenso sobre su correcta
resolución. [...] Si no, ¿porqué un estudio tras otro empieza
apartando bruscamente todo el trabajo previo y afirmando que tan
sólo allí se presenta la tan esperada solución sencilla que resuelve
la paradoja de una vez por todas?"
Algo bueno de las matemáticas es
que están completamente abiertas a cualquier observador con el
tiempo y ganas suficientes. Juzgue usted mismo.
Muy pocas de las respuestas
recibidas tenían algo que ver con las comúnmente aceptadas; por
eso hace tiempo publicamos un aviso de que el error no era un
truco barato del enunciado, algo así como "es que sorpresa
puede ser si el examen es de lengua y se lo esperaban de física".
Es importante ver que el problema consiste en que el razonamiento
de los alumnos parece lógicamente correcto, y además la afirmación
del profesor también lo parece (al final resulta cierta), y sin
embargo se contradicen, de ahí la paradoja. Os agradezco las respuestas
a todos los que las habéis enviado, pero hay demasiadas y es muy
trabajoso recogerlas todas. No penséis mal: las he leído sin excepción.
Como dije en la última actualización, si alguien quiere encargarse
de escribir una página con un resumen de las respuestas de los
lectores, es bienvenido.
Hay varios tipos de soluciones. Primero,
las solución de tipo lógico, que consiste en expresar matemáticamente
el enunciado del profesor y el razonamiento de los alumnos, y
ver qué es lo que va mal. Al seguir este proceso (que no es necesariamente
único, y se presta a opiniones), cosa que no es sencilla sin buenos
conocimientos de lógica, se encuentra uno con que lo difícil es
expresar el enunciado del profesor. De hecho, otras famosas paradojas
se basan en frases sin sentido que se refieren a sí mismas, llamadas
autorreferentes. El ejemplo más conocido de paradoja así es quizá
el de "esta frase es mentira". Este tipo de construcciones
no se permiten en lógica, al menos en todos los casos. Ciertos
casos especiales sí se permiten, y esto tiene que ver con la demostración
del famoso teorema de incompletitud de Gödel, cosa que no puedo
explicar porque, al menos por ahora, entiendo de ella poco menos
que nada. El caso es que el análisis de la frase del profesor,
una vez formalizada, lleva a la conclusión de que es una frase
mal formada; es decir, se contradice a sí misma y es la causa
de la paradoja. Es algo así como si dijese: "va a haber un
examen mañana, pero vosotros no lo sabéis, ¿eh?". Una explicación
más sencilla (o más correcta) está fuera de mi alcance. Tengo
un amigo que dice en esencia que la lógica no sirve para nada:
sólo para poner en simbolillos cosas que se pueden decir normalmente;
pues bien, éste es un buen ejemplo para ver que el lenguaje usual
a veces se queda corto y es impreciso para ciertas cosas, y está
bien poder razonar de forma precisa y objetiva para ver dónde
nos equivocamos. "Sí, claro" - me diría - "pero
sólo en casos raros y complicados como éste". Bueno, eso
es otro tema.
En segundo lugar, están las soluciones
que en el artículo llama "epistemológicas". Se trata
de expresar la frase del profesor y el razonamiento de los alumnos
usando símbolos formales que codifican creencias del tipo "los
alumnos creen que el examen será el lunes" o "los alumnos
saben que el examen ocurrirá algún día". A continuación,
se pueden deducir otra afirmaciones usando ciertas reglas comunes
(que pueden aceptarse o no; este punto tampoco es unánime) que
tienen un aspecto muy razonable. Es bonito ver el aspecto que
tiene la frase del profesor una vez expresada en este lenguaje,
e intentar entenderla. Es precisa y exacta. No os asustéis al
verla:
[1 => ~Ka 1] & [2
=> (~Kb 2 & Kb ~1)] & [1 v 2]
Explicación: para formalizar
el enunciado es más simple, y no modifica lo esencial del problema,
suponer que la semana tiene tan sólo dos días. Así, "1"
significa "el examen tiene lugar el primer día" y "2"
significa "el examen tiene lugar el segundo día". "Ka"
significa "la víspera del primer día los estudiantes saben
que..." y "Kb" es lo mismo, pero con el segundo
día. "&" significa el "y" habitual en
lógica, al igual que "v" es el "o" y "=>"
significa "implica". Por último, "~" es la
negación. De esta forma, el enunciado anterior se lee como:
"Lo que dice el profesor es que
son ciertas tres cosas:
a) Si el examen ocurre el primer día,
la víspera de ese día los estudiantes no sabrán que el examen
es el primer día.
b) Si el examen es el segundo día, la
víspera de ese día los estudiantes no sabrán que el examen es
el segundo día y además, sabrán que el examen no ha sido el primer
día.
c) El examen ocurrirá en alguno de los
dos días."
Limpio, ¿no?. Las reglas
de inferencia de las que hablaba antes son tres supuestos sobre
el conocimiento, que a primera vista pueden parecer tonterías,
pero que son útiles como axiomas y que no dejan de tener puntos
folosóficamente controvertidos:
1) Si una persona sabe A & B, entonces
sabe A y sabe B. De la misma forma, si uno sabe que A=>B y
sabe A, sabe también B.
2) Suponemos que los estudiantes conocen
todas las verdades lógicas. (Es decir, que los estudiantes pueden
razonar con corrección todo lo que se nos pueda ocurrir a nosotros).
3) No es posible saber algo que es falso
Esto último es casi una
definición de "saber". Estamos diciendo que "saber"
significa "creer algo que es correcto". Formalmente,
significa que si una afirmación no es cierta, entonces podemos
decir que no es cierto que los alumnos la sepan. Pues bien: usando
esas tres reglas y dándole vueltas a lo anterior puede obtenerse
una contradicción, cosa que si copiase aquí creo que provocaría
que la gente no volviera a pisar esta página nunca más. Podéis
leerlo en el artículo del que hablo, podéis intentarlo vosotros
mismos o podéis ignorarlo. Esa contradicción es, por supuesto,
la base de la paradoja.
Por último, hay análisis basados en el
cálculo de probabilidades, razonamientos parecidos a los anteriores
que formalizan los argumentos de forma distinta, y por lo visto
muchos otros planteamientos que al final deciden de una forma
u otra que el enunciado del profesor está mal construido o es
contradictorio.
Después de eso, queda la opinión que
más me gusta a mí, y que recibí como respuesta de una amiga: "pero
bueno, si es un examen sorpresa, ¿a qué va y se lo dice?".