¿
Qué es la luz ? Esta pregunta se ha planteado ya desde
los comienzos del estudio de la física, pero al tratar de
dar una explicación sencilla, se ha tropezado con grandes
dificultades. Sin embargo existen y se siguen acumulando muchas
experiencias que tendrían que dar una respuesta lógica
y sin contradicciones.
En la antigüedad se habla comenzado
por creer que los ojos emitían finísimos rayos o tentáculos
que podían ''palpar'' los objetos y nos daban la sensación
de ver. Actualmente mediante las máquinas fotográficas
queda demostrado que la luz provoca una transformación en
la placa fotográfica, sin participación de nuestros
ojos.
La luz es una acción que se
transmite desde una fuente luminosa, se refleja en cada punto de
un objeto en todas direcciones y puede ser percibida en cualquier
punto del espacio.
Ya en el siglo ~ antes de Cristo se
conocía la ley de reflexión sobre los espejos o sobre
la superficie del agua y también el arte de la perspectiva,
basada en la propagación rectilínea de la luz. Se
construían lentes de cristal para concentrar los rayos del
sol, provocando altas temperaturas. La refracción o quiebre
de la luz al pasar del aire a un cristal era también conocida,
pero no existían los conocimientos matemáticos suficientes
para llegar a interpretarla correctamente.
Recién hacia 1600 se lograron
fabricar lentes de cristal de buena calidad y mediante combinaciones
apropiadas, microscopios y anteojos astronómicos. En esa
época se comenzó a buscar intensamente una explicación
para el fenómeno de la propagación de la luz y en
pocos años fueron propuestas varias teorías. Algunas
imágenes fáciles de observar, sugieren el concepto
de los "rayos de luz". Ocurre a menudo que la luz del
sol penetra entre las nubes y se observan haces de luz que se destacan
un poco más claros. Lo mismo sucede en un bosque; la luz
del sol se refleja en el rocío o en la humedad del ambiente
y se observan haces de luz que pasan entre los árboles. En
forma similar, en las habitaciones cuando la luz del sol se refleja
en las partículas de polvo al penetrar por una ventana, se
observan haces claramente destacados. De acuerdo a estas experiencias
simples, la primera teoría de la luz, llamada de emisión,
proponía que los cuerpos luminosos emiten corpúsculos
materiales extraordinariamente péquenos que se desplazan
en línea recta a una velocidad muy alta y gracias a una cierta
elasticidad rebotan en los objetos. Los corpúsculos que penetran
en nuestros ojos, nos transmiten la imagen de los objetos y podemos
ver. En la edad media predomino esta versión que fue generalmente
aceptada y con algunas modificaciones sigue teniendo valor. Se le
denomina "Teoría corpuscular de la luz".
Hacia 1700 se conocían las
siguientes propiedades de la luz:
La transmisión en línea
recta
Numerosas experiencias han demostrado
que la imagen de los objetos se transmite en línea recta,
sin desviarse.
La reflexión
La luz de un haz o rayo luminoso que
incide sobre una superficie pulida es reflejada, por ejemplo en
un espejo. El ángulo de reflexión es siempre idéntico
al de incidencia.
La representación gráfica
usual, muestra un solo rayo de luz, que se refleja formando el mismo
ángulo que el rayo incidente. Esta descripción gráfica
se ha simplificado en forma exagerada y no representa adecuadamente
la realidad. En la naturaleza no se producen "rayos de luz",
sino haces de luz, que poseen una cierta dimensión. Al lado
derecho se representa un hez de luz y se puede observar que el haz
incidente se cruza con el haz reflejado. Si la luz consiste en pequeñísimos
corpúsculos, no se producen choques entre los corpúsculos
incidentes y reflejados, puesto que una imagen contemplada directamente
se puede observar con la misma nitidez que reflejada en un espejo.
Si la luz consiste en ondas hay que suponer también que la
interacción de la luz incidente sobre la reflejada es insignificante.
La refracción o quiebre
Si la luz incide sobre el agua, el
vidrio u otro cuerpo transparente, se desvía en la superficie
en un cierto ángulo .
Un lápiz o una varilla introducidos
en el agua aparecen como quebrados.
La desviación real se puede
representar mediante la formula
Este valor constante depende del medio
o materiales que la luz atraviesa y se puede obtener solo a través
de mediciones prácticas. Al salir del material el haz toma
nuevamente la dirección original.
La dispersión o separación
de los colores
Se había descubierto que al
hacer pasar la luz por un prisma de cristal se descompone en diferentes
colores. No se sabía aún si la separación o
dispersión de la luz era una propiedad del prisma de cristal
o de la luz misma. Newton comenzó con el estudio sistemático
de este fenómeno. Constató que el ángulo de
desviación era siempre el mismo para cada color y que si
los colores se hacen pasar por un segundo prisma no se vuelven a
separar. Si los rayos se proyectan superpuestos sobre una pantalla,
se obtiene nuevamente luz natural incolora.
La luz natural es una mezcla muy compleja
de diversas componentes y al atravesar el prisma se separan. La
luz azul se desplaza más que la luz roja.
La difracción o desviación
Al pasar por
un orificio o ranura de dimensiones muy reducidas, la luz se desvía.
Lo mismo ocurre al pasar cerca de un objeto pequeño.
Esta desviación es muy pequeña
y se pudo constatar solo mediante luz coherente, es decir mediante
un solo tipo de luz, emitida por un material puro, por ejemplo luz
de sodio incandescente, que sobre una pantalla produce franjes oscuras
y claras.
La aparición de colores al atravesar
láminas transparentes muy finas
Es muy fácil crear láminas
de agua jabonosa muy finas y observar las zonas de colores intensos
que se producen con toda nitidez. Newton estudió este fenómeno
en forma científica y también haciendo pasar la luz
a través de un lente ligeramente convexo' apoyado sobre una
placa de vidrio plano. Entre el lente y la placa queda un espacio
libre que representa una lámina de aire de espesor variable
y aparecen franjas en forma de anillo que se pueden estudiar con
toda precisión.
La refracción doble
en el calspato de Islandia
En el agua
y en todos los materiales transparentes se habla observado que un
rayo de luz, que penetra perpendicularmente a la superficie, no
se desvía y sigue su camino sin distorsión. Un rayo
que penetra en forma inclinada se desvía.
En el calspato de Islandia un rayo
de luz que penetra perpendicularmente a la superficie se desvía
y un rayo que penetra en forma inclinada se descompone en dos, uno
que sigue las reglas conocidas para los otros cristales y un rayo
adicional con propiedades diferentes. Todos los objetos observados
a través del calspato de Islandia se ven dobles.
En aquella época, Newton publicó
su obra denominada "Óptica", en la cual justificaba
"La teoría corpuscular de la luz":
- Los cuerpos luminosos emiten pequeñísimos
corpúsculos materiales que se desplazan a gran velocidad.
- A través de choques elásticos se produciría
la reflexión de la luz. En los espejos o superficies muy
pulidos, las partículas de luz rebotan en forma paralela
y se sigue viendo una imagen ordenada. - La refracción
(desviación de la luz al pasar del aire al agua o al vidrio)
se produciría por fuerzas de gravitación entre los
corpúsculos de la luz y los átomos de la materia.
-
Para explicar la dispersión
(separación de los colores en un prisma) se hacia necesario
hacer nuevas suposiciones y se admitió que los corpúsculos
tendrían distintos tamaños para cada color y en el
prisma serian atraídos con mayor o menor fuerza provocando
la separación de los colores. Dado su prestigio obtenido
con la ley de gravitación, su teoría corpuscular fue
aceptada.
Paralelamente, se habla desarrollado
otra teoría. Observando que las ondas en el agua se cruzan
unas con otras y siguen su camino sin distorsión, se llego
a pensar, que la luz podría estar constituida también
por ondas en un medio y no por partículas. Primero fue Descartes
(1596-1650), matemático y filósofo francés,
quien supuso que el espacio estaría formado por una materia
compuesta de pequeñísimas esferas sólidas.
Los cuerpos luminosos provocarían torbellinos en ese medio
cuyos movimientos se trasmitirían a gran velocidad hasta
nuestros ojos. Para explicar los distintos colores propuso además
que las esferas adquieren una determinada rotación para cada
color. Poco después, el físico holandés Huygens
(1628-1695) publicó su "Tratado de la luz" en el
cual supone que tanto el espacio como la materia estarían
saturados por una sustancia muy tenue que se denominó éter.
En este éter' la luz se transmitiría como una vibración
al igual que las ondas en el agua y el sonido en el aire. Estas
ideas representaron la otra gran alternativa: la luz sería
la vibración de un medio, llamada "Teoría ondulatoria
de la luz''. El físico suizo Euler (1707-1733) y el físico
inglés Young (1773-1829) establecieron los principios básicos
de la teoría ondulatoria de la luz en forma muy simple, que
fue comprobada posteriormente por todas las observaciones y experiencias.
Más tarde cupo a Huygens el planteamiento definitivo de esta
teoría:
"Las moléculas de los cuerpos
luminosos están animadas de un movimiento vibratorio muy
rápido. Este movimiento se transmite al espacio y se propaga
como ondas en un medio etéreo."
Las vibraciones de ese medio etéreo
se transmiten en forma de frentes de onda en todas direcciones con
una cierta velocidad hasta alcanzar nuestros ojos, provocando también
una vibración que se traduce en una reacción química
o eléctrica que nos da la sensación de ver. Sobre
el film de una máquina fotográfica se produce una
reacción química que hace ennegrecer las sales de
plata contenidas en él. Mediante la teoría ondulatoria
resultaba muy fácil explicar los distintos colores suponiendo
simplemente distintas longitudes de onda para cada color. La difracción
o quiebre de la luz se produciría debido a una menor velocidad
de los frentes de onda en el interior de la materia.
Ese éter existiría entonces
en todo el espacio, en el agua, en los cristales y en todo lugar
alrededor de la tierra, alrededor del sol y en el espacio interestelar,
permitiendo la transmisión de la luz de las estrellas, del
sol y sobre la tierra.
Las distintas teorías y sus
respectivos autores fueron sustentados y criticados mutuamente.
Newton mencionaba que los planetas
no encuentran ninguna resistencia a su movimiento alrededor del
sol para negar la existencia del éter en el espacio, que
al igual que el aire, debería frenar el movimiento. Sus enemigos
a su vez mencionaban que si la luz consiste en corpúsculos
materiales! el espacio estaría de todas maneras saturado
de esa materia. Algunos corpúsculos viniendo del sol y de
las estrellas, otros ya reflejados en los planetas en todas direcciones,
durante miles de años, constituirían también
un medio muy denso que igualmente se opondría al movimiento
de los planetas.
En los lentes, por ejemplo en una
lupa, se pudo comprobar que los rayos de luz se cruzan en un punto,
llamado foco del lente y mientras mejor se pule el lente, el punto
focal se reduce y la imagen se hace cada vez más nítida,
en lugar de producirse una distorsión debido a los choques
de los corpúsculos luminosos entre Sí. También
se mencionaba el hacho que dos haces de luz que se transmiten en
sentido contrario no se interfieren, para poner en duda la teoría
corpuscular de la luz. Se había observado que las ondas que
se propagan en el agua, se cruzan y se superponen manteniendo su
dirección y su forma. También el sonido en el aire
se transmite en direcciones contrarias aparentemente sin distorsión.
Se planteaba entonces la pregunta
siguiente, aún más profunda.
La luz, ¿ Corpúsculos
u ondas ?
Todos los materiales pueden llegar
a emitir luz, cuando se logra aumentar suficientemente su temperatura.
La mayor parte de los minerales necesitan una temperatura de unos
1000 grados y algunas materias como los minerales fluorescentes
emiten luz ya a la temperatura ordinaria. Se ha podido constatar
que la cantidad de luz que emite un metal fundido, depende solo
de la superficie, no de la profundidad del material. La luz emitida
se propaga entonces desde cada átomo de la superficie de
un cuerpo incandescente en todas direcciones. Para definir la unidad
de luminosidad, se ha elegido la cantidad de luz que emite un cm2
de plata fundida.
En el caso de la luz que nos llega
desde el sol o desde las estrellas, hay que considerar que cada
partícula de materia en la superficie emite luz, estas señales,
sean corpúsculos o vibraciones se suman, forman grupos que
a su vez se vuelven a sumar innumerables veces, en forma muy desordenada,
tomando mayor fuerza que les permite finalmente recorrer distancias
enormes.
Si observamos las estrellas a simple
vista, podemos constatar que nuestros ojos, pequeñísimos
receptores de luz, captan la imagen de las estrellas en forma muy
regular. Si nos desplazamos en la tierra, la que a su vez gira alrededor
del sol a una velocidad enorme, seguimos recibiendo la imagen perfecta
de la estrella. Podemos afirmar que en todo punto del universo se
capta la luz de las estrellas en forma muy ordenada.
Si aceptamos la existencia de un medio,
la onda que emite cada corpúsculo se suma con las ondas de
los corpúsculos vecinos, estos grupos se suman a su vez muchas
veces, aumentando la fuerza de las ondas que se desplazan en todo
sentido. Si por el contrario, aceptamos la teoría corpuscular,
cada partícula del sol emitiría corpúsculos
de luz a una velocidad enorme, pero idéntica. Los corpúsculos
de varias partículas vecinas se suman formando nubes de partículas
cada vez más densas. A medida que aumenta la distancia desde
el sol, aumenta la separación entre las distintas direcciones
y la densidad de partículas disminuye, de modo que después
de recorrer grandes distancias, aún quedan suficientes partículas
para ser captadas por nuestros ojos o por una placa fotográfica.
Veamos una situación similar
más simple: Supongamos que una persona se sitúa en
un parque bastante grande y lee continuamente en voz alta las letras
del alfabeto cada 5 segundos. Las personas situadas en cualquier
parte del parque pueden escuchar, también cada 5 segundos,
la voz del lector. medida que aumenta la distancia, la voz se percibe
cada vez más débil y si se quiere reforzar el sonido
se pueden disponer dos lectores que lean las letras simultáneamente,
la voz de ambas se sumará y alcanzara una distancia más
grande. Basta admitir que la velocidad del sonido en el aire sea
siempre idéntica, de modo que si los lectores pronuncian
las letras simultáneamente, ambas ondas viajarán a
una velocidad idéntica y se mantendrán simultáneas.
La voz se seguirá escuchando en cualquier punto del parque,
incluso en una posición elevada, o detrás de un obstáculo.
Se tiene un sistema absolutamente ordenado de ondas en un medio,
en este ceso de ondas sonoras en el aire, que se transmiten al medio
por la vibración de la voz del lector.
En cambio, si se piensa que el lector
en lugar de leer las letras, emite esferas o corpúsculos
para transmitir la información, aparecen nuevas complicaciones.
Antiguamente se pensaba en esferas de distintos tamaños o
tipos, para poder transmitir distintas informaciones. Habría
que pensar, en ese caso, en partículas de distinto tipo para
cada letra' número y sonido. Si la información se
quiere transmitir mediante corpúsculos no hay posibilidad
de sumar la voz de ambas personas, salvo que la velocidad con que
ambas emiten los corpúsculos sea absolutamente idéntica.
Nos vemos obligados a admitir que todas las personas poseen la virtud
de poder variar rápidamente la cantidad de corpúsculos
producidos, manteniendo siempre idéntica la velocidad con
que los emiten. Esta situación es muy artificial, no se acepta
para el sonido en el aire y se adopta la teoría ondulatoria.
En todo caso, para la transmisión de la luz aceptemos aún
las dos alternativas:
Teoría corpuscular
Las señales se transmiten gracias
a conjuntos de corpúsculos que son emitidos por cada partícula
y que avanzan con velocidad idéntica.
Teoría ondulatoria
Existe un medio sin movimiento que
transmite las ondas con una cierta velocidad típica, constante.
Para las ondas conocidas, tanto en el aire como en el agua, se adopta
la teoría ondulatoria. Para la luz no se ha podido decidir
hasta ahora por una de estas dos alternativas fundamentales y según
los fenómenos se emplea la una o la otra. Situación
insostenible que se ha tratado de resolver en numerosos y variados
intentos.
Existía un hecho científico
que podía decidir por una de ambas teorías. Si se
acepta la teoría corpuscular, la luz en un medio material
tendría más velocidad que en el espacio, ya que es
atraída hacia ese medio provocando una ligera aceleración,
al salir de él seria nuevamente frenada, con lo cual la luz
tomaría nuevamente su velocidad característica.
La teoría ondulatoria, por
el contrario, exige que para se produzca la desviación, es
necesario que la velocidad en el medio sea menor que en el espacio,
lo que más tarde fue efectivamente comprobado y dio un gran
apoyo a esta teoría.
La luz, al contrario que el sonido,
parece transmitirse en forma instantánea, pero sea una onda
en un medio o la propagación de corpúsculos, debería
tener una cierta velocidad determinada. En la observaciones astronómicas
se busco la confirmación a este planteamiento. Se necesitaron
sin embargo, muchos años de experiencia antes de poder comprobar
mediante medidas astronómicas muy refinadas que la luz tenia
efectivamente una cierta velocidad y no se transmitía en
forma instantánea.
La búsqueda del medio en el
que se transmite la luz y las experiencias posteriores no han traído
claridad sino complicaciones. Si se quiere hoy en día saber
cual es la naturaleza de la luz, no se encuentra unanimidad entre
los autores de textos especializados.
Usualmente se recurre a diferentes
teorías para explicar los distintos fenómenos:
Para describir los fenómenos
de Óptica, se adapta la teoría ondulatoria y se aceptan
diferentes velocidades para la luz.
"La luz es una onda que se propaga en
los materiales transparentes con distintas velocidades.''
Un rayo de luz que pasa en forma oblicua
desde un medio a otro más denso, disminuye su velocidad y
en el pequeño intervalo de tiempo en que penetra completamente
en el otro material se desvía. Esta explicación sigue
siendo empleada y es totalmente aceptada.
Para los cálculos de la física
nuclear y de acuerdo a los resultados de distintas experiencias,
se emplea otro tipo de definición que es una mezcla de las
teorías ondulatoria y corpuscular.
''La luz está compuesta de fotones,
elementos corpusculares sin materia y con características
de onda".
Para explicar la transmisión
de la luz desde el sol o desde las estrellas en un espacio absolutamente
vacío no son suficientes las explicaciones anteriores y se
ha adoptado una teoría ondulatoria, pero sin aceptar un medio
que transporte la onda. Sin mayores razones científicas,
se supone que la onda se sustenta en si misma.
"La luz es una onda electromagnética
que avanza sustentada en si misma a una velocidad absolutamente
constante para cualquier observador"
Para salir de esta situación
ambigua, se hace necesario revisar todos los fenómenos, obtener
conclusiones básicas y mediante la introducción de
nuevos conceptos, buscar una solución que respete cada una
de las verdades físicas y las explique en forma lógica.
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